Una tesis es como una maratón (y la corrección es la recta final)

Zapatillas de maratón en colores vistosos junto a dorsal y medalla
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Quien escribe una tesis sabe que no es una carrera corta, sino una prueba de fondo. Es decir, no es un sprint, sino una maratón y, como en toda carrera larga, los últimos kilómetros son definitivos. Aquí es donde entra en escena la corrección de tesis.

El proceso de investigar y escribir una tesis tiene varias etapas. Empieza con incertidumbre, continúa con entusiasmo, sigue con cansancio, tropieza con dudas… y, a veces, se siente que la meta no llegará nunca. Como correctora y asesora de tesis, siento que una tesis tiene varias metas volantes y en cada una es importante dar lo mejor de ti:

  1. Definir la hipótesis de tu tesis: has elegido un tema de investigación, pero puede que aún no sepas exactamente cómo enfocarlo o quizá el tema es tan amplio que necesitas acotarlo de alguna manera.
  2. Búsqueda de bibliografía, autores y material de investigación: esta suele ser una etapa un poco frustrante, porque puede que pases varias semanas investigando antes de que puedas escribir una sola línea (aunque, no nos engañemos, la IA bien usada es un asistente perfecto para identificar bibliografía relevante). Sin embargo, esta fase te permitirá definir mejor la hipótesis de tu investigación.
  3. Escritura de tu tesis: ¡por fin empiezas a escribir! Lo primero que debes tener muy presente es cuál es la estructura que debe seguir tu trabajo: desde el punto de vista formal, por supuesto, pero también desde el punto de vista argumental. Normalmente, la investigación prosigue durante todo el proceso de escritura. Puedes necesitar ayudarte con fichas o apuntes extras para encontrar los argumentos o las frases relevantes en el material de investigación para que no te pase que, justo cuando no lo necesitas, no recuerdas dónde estaba esa afirmación.
  4. Conclusiones: es el verdadero epílogo de tu trabajo de tesis. Debes recoger todas las ideas y reflexiones que has ido exponiendo a lo largo del trabajo y concentrarlas en deducciones y afirmaciones clave que afirman o niegan la hipótesis inicial.
  5. Revisiones periódicas: según la longitud de tu trabajo de tesis, deberías hacer varias revisiones antes de darlo por terminado. No solo de los argumentos y la estructura, también es muy importante verificar la redacción, si has usado un lenguaje claro que facilite la lectura y la compresión. No olvides revisar muy especialmente las citas, literales o no, notas al pie y referencias bibliográficas, según las normas requeridas por la institución académica.
  6. Corrección de la tesis: esta es la última meta volante y la definitiva en esa carrera. La corrección es como los últimos kilómetros de la maratón: los más duros, pero también los que más satisfacción dan. Muchos estudiantes creen que el trabajo ya está terminado al poner el último punto, pero es justo ahí donde comienza la etapa que marcará la diferencia: pulir cada detalle para que todo el esfuerzo luzca con claridad y solidez.

 

Por último, ten en cuenta que no es lo mismo corregir una tesis de humanidades que una de matemática pura o ingeniería civil. Aunque lo correctores son personas con amplias capacidades y una curiosidad innata que les permiten enfrentar una gran cantidad de temas, algunas tesis muy especializadas pueden necesitar también una corrección muy específica, sobre todo si tu trabajo está lleno de fórmulas, diagramas y gráficas. Porque, después de correr tanto, tu tesis o trabajo de fin de máster merece llegar impecable a la meta.

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